jueves, 4 de junio de 2015

“El fandango es virtualmente idéntico al porro”


Conceptos claves.
Porro, fandango, música tropical, estudios culturales

Resumen
 Un estudio musical sobre  el porro y el fandango, su historia y  su forma, demuestra que no es cierta la conclusión de Peter Wade que parece afirmar que el porro es como el fandango,   pero con clarinetes.  

Objetivo
 Hacer un análisis crítico de la investigación de Peter Wade sobre el origen mítico del Porro.


El Antropólogo Peter Wade en el año 2000 publica un libro en la Universidad de Chicago titulado: Music, race, and nation; tropical music in Colombia [música, raza y nación; música tropical en Colombia]. Ese trabajo pretende hacer un análisis más social que musical del fenómeno de la música tropical colombiana, basándose en cerca de 60 entrevistas realizadas a personajes importantes en la música tropical o allegados a ellos y en la información escrita existente sobre el tema. A continuación se evaluara y cuestionara el resultado de la investigación en  lo concerniente al “origen mítico del porro” el cual es que “el fandango es virtualmente  idéntico al porro”. (Peter Wade, 2000/2002 p.78).

Los estudios culturales suelen verse como una “larga historia de esfuerzos por teorizar y comprender las determinaciones e interrelaciones mutuas de las formas culturales y las fuerzas históricas” (Grossberg, Nelson, Treichler, 1992)  la manera de estudiar esas interrelaciones es mediante el estudio juicioso de todos los posibles factores que  influyan en las culturas y que nos permitan dilucidar los fenómenos históricos, culturales y sociales, este estudio interdisciplinar brinda informaciones que de otra manera serían pasadas por alto “tal vez los estudios culturales son transdisciplinarios y en ellos cada investigador toma prestado de otras disciplinas y conforma objetos de estudio que no son específicos de ninguna de ellas. Es la propuesta de Canclini para pensar la cultura en América Latina como un proceso de Hibridación”. (Ochoa,  Walde, 1998, abril, p.8)

 Por otra parte los fenómenos musicales en Colombia no han sido tan ampliamente documentados en toda su historia, prueba de ello es la falta de catálogos de los productos fonográficos de las compañías productoras más importantes del siglo pasado en Colombia, Sonolux y Discos Fuentes a diferencia de las compañías estadounidenses, que tienen un riguroso registro de sus producciones (algunos incluyen el día de publicación de las obras), no conservan ese registro, de manera que escudriñar la historia de la música tropical en Colombia es una empresa que exige  un acercamiento a las fuentes mismas. En este caso las costas colombianas donde aún se interpretan las obras antiguas.

Wade, al investigar las músicas Tropicales colombianas en sentidos extra-musicales y casi exclusivamente a través de Textos anteriores, se pierde  de Mucha información con la cual se entendería porqué es falso que el porro sea “virtualmente idéntico al fandango”, debido a que “los estudios culturales, para seguir siendo un lugar de cuestionamiento de las inercias de las disciplinas, requieren estar un poco adentro y un poco afuera.” (Ochoa,  Walde, 1998, abril, p.9)


Si hacemos un análisis Musical sobre el porro en comparación con el Fandango, debemos primero identificar ¿a qué hace alusión Wade cuando se refiere al Fandango? parecería evidente que no está hablando del Fandango español, a pesar del conocido origen tri-étnico de las músicas colombianas, puesto que  las diferencias entre éste y el porro son gigantescas. El porro es un ritmo escrito en compas binario mientras que según la RAE, el fandango es un “Antiguo baile español, muy común todavía en Andalucía, cantado con acompañamiento de guitarra, castañuelas y hasta de platillos y violín, a tres tiempos y con movimiento vivo y apasionado.” (RAE, 22ª ed. 2012). No obstante la definición de Fandango en Colombia es aún más ambigua pues ésta se puede entender como una  reunión social con baile, una danza, o una forma musical, no hablemos ya de lo que significa el “fandanguillo”. 


Én este punto la investigación de Wade tiene falencias de nuevo. Puesto que el fandango como baile  fue tanto en parejas como colectivo,  parafraseando  a Harry C. Davidson: para 1804 se encontraba ya el fandango[1] firmemente establecido en Colombia el fandango figuraba entre las clases de bailes que se permitían… esto lo confirma “el duende” quien dice que el bolero y los fandangos eran como el minúe los bailes de entonces (Davidson, 1970, p. 201)  en cuanto  al fandango colectivo “giraban las parejas al compás de una música Criolla formada por instrumentos primitivos como la tambora o macho, los tamboriles, las gaitas, los guacheros o maracas y la guacharaca. El carángano era una simple pita bien templada que tenía por caja de resonancia un cajón cualquiera” (Exbrayat 1939, p. 46)  mientras que el porro, tiene de origen, el baile europeo, los tambores africanos y las flautas indígenas (más tarde se reemplazarían por clarinetes y otros instrumentos de banda, siendo los primeros los más característicos). Zapata Olivella  sostenía que el término porro viene de aporrear, de ahí su característico manoteo monorrítmico en los tambores.


Podemos concluir entonces que el porro y el fandango (sea el colombiano o el español) solo parecen coincidir en ser música para el baile. De manera que afirmar que son “virtualmente idénticos” es una irresponsabilidad producto de una mirada extra-musical a un fenómeno principalmente musical.


Referencias

Ochoa Ana María, Erna von der Walde, “¿Qué cultura va a tener?” Un paseo musical y literario pos los estudios culturales, Revista Nómadas, Universidad central, ed. 8,  1998 abril.

Davidson Harry C., Diccionario folklórico de Colombia  Música, instrumentos y danzas. Tomo 2 y 3, Banco de la república, Bogota, 1970

Exbrayat Jaime, Reminiscencias monterianas, Editorial Esfuerzo, 1939

Grossberg Lawrence, Nelson Cary y Treichler Paula.,  Cultural studies [Estudios Culturales] Nueva York, Routledge, 1992.







[1]  Se hace referencia a el fandango típico español 


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“Notas Extrañas a la Armonía”

Conceptos claves.
Notas extrañas a la armonía, notas reales, acordes, melodía

Resumen
  Las notas extrañas a la armonía, son parte fundamental de las construcciones melódicas y musicales polifónicas, por tanto nombrarlas extrañas a la armonía, es desconocer su valor e importancia musical


Objetivo

Exponer y controvertir el uso del término “notas extrañas a la armonía” teniendo en cuenta su importancia en la construcción melódica


Las Notas extrañas a la armonía son aquellas que no pertenecen a las notas “reales” de la función armónica o acorde que este sonando en el momento en que aparecen, éstas proporcionan interés y variedad a la melodía, mientras reafirman la tonalidad en que se encuentra el fragmento. No obstante este término no parece ser el más adecuado. A continuación se presentara una mirada a estos factores melódicos y su  relevancia en la construcción melódica

En el sistema musical  occidental, la música gira entorno a tres  elementos fundamentales, el ritmo, la melodía y la armonía, éstos se interrelacionan para crear diferentes eventos sonoros que podemos identificar, conceptualizar y organizar en sistemas tonales, métricos, armónicos  y melódicos. De ésta organización proviene el rótulo “notas extrañas a la armonía” que reciben eventos melódicos que pertenezcan o no a la tonalidad, ayudan a reafirmarla, y que pueden tener valores métricos iguales a las notas “reales” de la armonía, pero que son consideradas ajenas a la misma. Al respecto Arnold Schönberg (1922) señala que “es curioso, que nadie se haya percatado todavía de este absurdo: ¡la teoría de la armonía se ocupa de notas extrañas a la armonía! Cabría suponer que las cuestiones extrañas a la armonía están tan fuera de lugar en un tratado de armonía como las cuestiones extrañas a la medicina estarían fuera de lugar de un tratado de medicina”


Si a las notas extrañas a la armonía se les denomina así porque no caben dentro de la construcción de acordes de superposición de terceras, ¿que sucede en el caso de un acorde de más notas (tétradas y acordes extendidos) o de construcciones acórdicas en las que puedan incluirse, clústeres, acordes de superposición de cuartas etc?  En la actualidad mucha música usa tensiones  o acordes que no están construidos  como superposiciones de terceras únicamente, por lo cual el término “notas extrañas a la armonía” no sería el más adecuado.

Al preguntarnos por la importancia de las notas extrañas a la armonía, encontramos que son de una importancia tal, que difícilmente se encuentra alguna pieza que no haga uso de algún tipo de nota extraña a la armonía para dar dinamismo a sus ideas melódicas. Luego tal y como se estudian y clasifican los eventos ritmo-armónicos teniendo en cuenta todos los aspectos del ritmo que intervienen en una pieza, se debería estudiar y clasificar los eventos melódico-armónicos, incluyendo notas reales y extrañas a la armonía, teniendo en cuenta que la armonía se encarga del estudio de los eventos sonoros que están escuchándose al mismo tiempo




Referencias

Copland, A. (1999). Cómo escuchar la música: Fondo de cultura económica
Schoenberg, A. (1911). Tratado de armonía: Universal ediciones
Toch, E. (1994). La melodía:  Editorial labor.





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